Lo que se vive, se siente;
lo que se siente, se dice.
Si no dice lo que siente,
su sinceridad, desdice.
Pues quien siente nunca miente
y la verdad, no maldice.
Siembra a cambio la simiente
del amor, aunque agonice.
Y el amor no hay que ocultar
cuando vibra en las entrañas.
¿Quién de amor no ha de soñar,
que escalando va montañas?
Y el amor has de cuidar,
si a quien amas… ¡nunca engañas!