Eres dueña de mis sueños,
reinas en mi corazón,
esa divina ilusión
que boga entre mis ensueños;
esos detalles pequeños
que sembraste con pasión,
ya no son una obsesión
si el motor de mis empeños;
el nombre que más repito,
los labios que más anhelo,
el despertar más bonito
que me transporta hasta el cielo:
eres lugar donde habito,
donde siempre hallo consuelo...