Él de su mente ya se ha distanciado,
su cuerpo, tirado en la triste esquina
parece que aquí su vida culmina.
sus cercanos ya lo han abandonado.
Aun con locura él había gritado
solo lo había oído su vecina
que al verlo solo cerró su cortina.
Como ella, nosotros lo hemos matado.
El fue dejado por su fiel pandilla,
solo vagaba en busca de placer
para así acabar con su pesadilla.
Al final siempre volvía a caer
por culpa de esa maldita pastilla
el solo es un recuerdo del ayer.