Patricia Aznar Laffont

Penumbras

Penumbra del Agua

que Ya no es Mía...

 

Dónde, Dónde?,

la Siniestra Cábala,

Quebró sus Ojos Marchitos?...

 

Sombra, Sombría,

que Duele Ajena

al Sabor de lo Prohibido...

 

Se Alzan los Abismos

en Coros Infinitos

cuando los Brazos Quebrados 

se Extienden Altivos para Aferrar

el Inasible Mundo...

 

Penumbra Vacía...

 

Penumbra en la Calle...

 

Penumbra en la Esquina...

 

Penumbra que no es Mía...

 

Penumbra que no es Tuya...

 

Penumbras sin Freno...

 

Penumbras Exquisitas...

Que Saben al Dolor de la Tristeza...

 al Calor de una Hoguera...

 

Que Degüellan en el Perdido Horizonte

al Amor... 

a la Vida...

a la Razón...

a la loca Locura...

a la Muerte...

 

Muerte que acaba de Morir

bajo el Firmamento

Perdido

y en Azules Cenizas...

Abyecto y Tan Puro...

Pueril e Inocente...

Eximido de su Maldad Insolente...

 

El Senil Crepúsculo Morirá 

en Medianoche,

al Son Metafórico

de este Verso

que Apuñala,

bajo una Nube Asombrada

que Sin Saber porqué

Tiembla...

 

(Patricia)