Mis ojos tocaron cada centímetro de tu cuerpo
Y mi manos vieron cada rincón de tu piel,
Mi lengua bailo al ritmo de tus gemidos
Y mis pies hablaron tu mismo idioma.
Mis labios sintieron tus latidos
Y mi corazón beso tus sentimientos
Entré entre tus piernas y me abrazaron fuerte
Mojaste mi alma, y en el ojo del huracán llegó la calma.
Al final del camino tomamos sentidos contrarios.