Juan Manuel Hernández.

Dos días antes de mi muerte

Dos días antes de mi muerte, intenté suicidarme

como en tantas otras veces

intenté llegar temprano a la cita eterna con mi destino.

 

Intenté suicidarme

y no sé bien por qué

si el día había sido tan tranquilo, todo aparentaba estar tan bien

ese beso a mi madre, escuchar a mi abuela al saludarla

Y aquella mirada que tantas noches me había devuelto las ganas de vivir

Y el deseo de desear.

 

Pero ahí estaba

esa voz resonante mientras abría la puerta de mi habitación

esa maldita voz que hacía mucho que no escuchaba

Estaba ahí, rebosante con sus palabras

Ya no hay ventanas grandes como la de aquel hotel de mi pasado

Ni estás cerca de aquella piscina abandonada de tu niñez.

¿Qué va a pasar? ¿Qué puedo hacer?

 

Acaricio con mis dedos la copa de ron barato que acompaña a aquellos calmantes

El mareo intermitente me retumba en la cabeza

la voz escupe en mis oídos mi propia incapacidad.

 

Incapaz, si.

carente de poder tomar la decisión de tu propio final.

La inutilidad misma firmando otro fracaso.

Si tan solo alguien llegase para poder atribuir este error al ser salvado

Pero nadie va a cruzar esta puerta

Nadie va a escribir aquel mensaje

Yo lo sé

Ella lo sabe.

Esa noche tampoco importé como para ser salvado.

 

Dos días antes de mi muerte, 

intenté suicidarme

y como todo intento, resultó en vano.

La noche pasó lenta entre la psicosis y el arrepentimiento

Entre esas líneas que escribí en el espejo,

lamentando el estrés causado

Y que en mañana con cordura, fueron borradas con las mismas manos que se escribieron.

 

Intenté suicidarme, 

sin lograrlo

Sin pastel, sin retratos

Hace solo dos dias

Tan solo dos días antes de hoy.