Los recuerdos son los naipes
que nos reparte la vida
el destino los baraja
y Cronos nos los asigna
sin que podamos cambiarlos
al afrontar la partida.
Triunfos, repóquer de ases,
escaleras de color
y a veces dobles parejas
o tríos sin más opción
que poner cara de póker
y tirarnos un farol
echando el resto, aun sabiendo
que cupido es un tahúr
que nunca enseña sus cartas
pero siempre tiene fichas,
que saca un as de la manga
y arrasa en cada partida
sin que nadie ose expulsarlo
del casino de la vida
porque sin él ya no hay quorum
ni misterio, ni alegría,
los tahúres se emborrachan
apostando en la cantina
las ruletas se detienen
y las mesas se vacían
¡Eros afila sus flechas
Y te acecha en la salida!