En el vasto universo, en la inmensidad sin límites,
mi voz se pierde en la vastedad del cosmos,
un adiós susurrado entre galaxias fugaces,
las estrellas observan con indiferencia mi despedida.
En este infinito mar de misterios y maravillas,
mis versos se disuelven como polvo estelar,
la decepción se entrelaza con la vastedad cósmica,
y en cada rincón oscuro del universo, se desvanecen.
Las constelaciones danzan en su danza eterna,
pintando lienzos celestiales con luz y color,
pero en cada estrella apagada, un lamento silente,
y en cada rincón cósmico, una despedida sin retorno.
Decepcionado, contemplo la grandeza del universo,
mis palabras flotan sin rumbo fijo,
buscando un lugar entre los astros y las galaxias,
pero la vastedad cósmica no se detiene a escuchar.
En el abismo sideral, se diluyen mis sueños,
las nebulosas envuelven promesas olvidadas,
el tiempo cósmico se escapa entre mis dedos,
y en cada rincón lejano, la tristeza se expande.
El universo en su magnificencia impone su silencio,
mientras mi pluma busca refugio en lo desconocido,
pero en cada partícula cósmica hay un destello,
y en cada despedida galáctica, una nueva realidad.
En cada estrella fugaz, un último deseo expresado,
en cada planeta distante, un suspiro del corazón,
aunque el universo me arrebate lo amado,
mi amor por las palabras sigue ardiendo con pasión.
Así, en el vasto universo de luces y sombras,
me despido con decepción y anhelo entrelazados,
aunque mis versos se pierdan entre galaxias distantes,
mi pasión por la poesía nunca será desvanecida.
El adiós al universo es un susurro en el viento estelar,
un eco cósmico que se pierde en la inmensidad,
pero en cada rincón del espacio hay un sentimiento,
y en cada latido del universo, un poema en soledad.
Adiós, universo querido, en esta despedida decepcionada,
mi gratitud por la inspiración que me has brindado,
aunque hoy me aleje, tu grandeza siempre será amada,
en las estrellas de otros poetas, tu esencia se mantendrá constante.
En el vasto lienzo celeste, mi pluma se guarda,
mientras observo el universo con nostalgia y asombro,
aunque me despida, el cosmos seguirá su danza,
y la poesía, en algún lugar, encontrará su nuevo alfombro.