Rojo tiñe mis suspiros
Rojo que emana del corazón sangrante
Clavado por la espina eterna del destino
Se cansó mi juventud envejecida
Consumida por un amor que nunca sucedió
Como la cera de una vela derretida
Frágil como el pétalo de una rosa
Cadavérica por dentro y cansada de amarte
En un vacío al que caigo con mi mente en otra parte
Distraída todo el tiempo
Como una Eva que perdió a su Adán
El sabor de la manzana agria quedó en mi boca
Y enrollada sobre mi cuello esa serpiente invisible que busca matarme antes del tiempo
¿Nos volveremos a encontrar en algún mundo que no sea el infierno?