¿Acaso es la fiebre fundadora de mis males,
catalizadora de los versos profundos,
mano que clava los puñales
en enérgico desquite,
en mi carne, en mis huesos, en mi psique?
Fiebre que distorcionas mi mundo
¿Por qué enalzas tus señales
asta hacerme arder en iracundos
Poemas marginales?
¿Dime fiebre, dónde está tu ganancia?
Porque en 39 grados de arrogancia
no veo precipitarse un beneficio
me muestras torpe y sin audacia,
Ahogado en respiraciones de llama,
sin expulsar el malefiicio:
ni de los virus, ni de ensuños, ni de amores.
...Me alucinas...
Pegadiza fiebre en tu falacia.