Akihito Saito

DESENCUENTRO

Dime,

que no quepo en tu mundo,

mientras agoniza

lo que siento por ti.


Esto, que no sé definir,

pero es tan doloroso como saber

que debo privarme de invocarte,

cuando yace mi cuerpo

en la hora crepuscular.


Dime,

si también tu nombre,

el apodo que te di,

la poesía compartida,

el alcohol añejado en risa,

la música, descubierta y dedicada,

si el dedal que usamos

para tejer memorias, ahora en singular,

junto a todo lo demás

tengo que exiliar de esto,

de lo único que me queda,

el recuerdo.


Dime,

que no quepo en nada,

que todo lo que siento

debe morir.