Aguas y caudales, sobre los matorrales
Hay perdonas a que le cuento lo que yo recuerdo,
como recuerdo a mi abuela. Y quizás un poco más, mi infancia.
Esos caudales de aguas y sus manantiales, o el río cauca y su caudales, y donde se escondia mis gallinas entre los guadales.
Los pastos verdes, sus vacas y sus crias buscando las aguas.
Pueblo mío sobre la troncal,
rendida en añoranza en rio río cargando leña y en los potreros cantaban las cigarras; recuerdos de mi infancia.
Aquellas Palma de cocos, y las palmeras verdes, y algunas que matas de café, que nos gusta como locos.
No conocia la mata que mata.
Ni tanto quimico que engorda.
Y a medio del camino una enfurecida quebrada le llamaban el rayo, estába sobre un caballo y ella me llamaba cruza nana; cuidado con caudal tente bien del caballo, y asi temblaba yo.
¡Ha! y la roca lígera del Portillo de alambre fino de púas,
martha, se estaba aunsentando mientras mi abuela me estaba cuidando!
Me e desviado del pueblo y de sus río,
A tierras Amargas, A tierras sin agua;
Entre sabanas blancas y sabanas rojas, cerrando mis etapas.
E leido me e instruido, y aun no he cometido pecados como los de otra epocas.
donde pecaron otras linajes, fue tan salvaje que hasta el violo a su abuelo ébrio. Y por esa pena con maldicion y destierro sostuvo su duelo. de color escarlata eran sus pecados, se desviaron como si fueran ratas. Tapandoles a las crias si, de sus hijos se trata.
Y yo ausente de mi tierra e tomado diferente caminos, pero a diferencia del pecado rojo como escarlata, me he escondido.
Por confiada, he metido yo la pata. Más triste, y to\' por una copa de vino.
¡Que cosas cuentan las grandes historias!
Y yo que no naci como otros niños en cuna de oro, y a pesar de mi debilidades yo si te adoro.
\"No naci con una cuna hacendosa\" gracias, a la abuela, por darme tanto amor y de valores instruir mi corazón.
Hoy cuando escucho, un silbido,
Y cuando cruzas, la puerta, observo tu mirada, para ver si eres sincero con ilusion veo que eres todo un caballero.
Quiero volver a mis tierras ;
llévenme a sus charcos de aguas.
En sus pastos hasta que envejezca mi alma y componerle al río fábula porque no te gusta tanto el agua.
Tengo una fuente en mi casa y en la madrugada se siente como si estuvieras de caza.
De mi madre aprendi
Que antes de la siesta salga a buscar más agua,
y en jarras de arcilla de la tierra una pequeña quebrada de agua dulce, aguardaba y por mi ásperaba.
Me venza el desanimo y pare los alientos mientras
el agua ¡Rompa mi vaso y mientras la bebo
me vuelva niñas mis entrañas y en el cuerpo, me refresca el alma!