Han pasado ya varios meses desde aquel día en que podía sentir una felicidad completa,
jamás pensé que esos momentos que hacían parte de mi diario vivir,
fueran los causantes de mi felicidad.
Ayer, te vi a lo lejos y volví a ser feliz,
corrí hacia ti y te abracé entre lágrimas;
Me dijiste TE AMO y mi corazón lo sintió,
yo solo te abrazaba y no quería dejarte ir jamás
Ayer fui feliz, como jamás he vuelto a serlo.
Es hermoso verte mientras tomas una taza de café,
Y Tus arrugas dibujan una sonrisa en tu rostro.
Tus ojos no reflejaban más que amor por cada una de las personas que te rodean,
No me cansaba de escuchar aquellas historias de antaño que repetías una y otra vez.
No me cansaba de estar sentado a tu lado contando cada arruga de tu rostro y tus manos.
Me acerqué a ti recostando mi cabeza junto a la tuya, cerré mis ojos
y me despediste con un beso en la frente diciéndome
¡Despierta!
Desperté, y ya no estabas;
corrí a buscarte en aquella acera donde solías sentarte,
Al llegar, muchas cosas habían cambiado y mientras te buscaba,
Mi estómago se sintió vacío, al no verte sentada en la acera
Mi sonrisa se desvanecía al no sentir el olor a café en la casa
Mi Voz se entrecortaba al llamarte y no escuchar respuestas
En la sala ya no se sentían tus pasos,
y mis ojos se humedecieron al no encontrar tu caja de dientes en la mesa de noche.
Abrí el armario y lloré desconsoladamente al no ver tus vestidos favoritos
Te habías ido, ya no estabas; todo había sido un sueño….
Desde aquel día, busco cada noche en mis sueños con la esperanza de volver a verte.
Te busco en cada taza de café por las mañanas
Y mis ojos se humedecen al mirar aquella acera
Ya no hay quien me cuente historias,
Y la caja de dientes ya no se encuentra en la mesa de noche.
Visito tu sepulcro cada que puedo, y me doy cuenta que
Ahí en ese lecho donde hoy habitan tus restos,
también se encuentran sepultada mi felicidad envuelta en poemas a medio escribir…