Diego Nicolás García Contreras

Los fantasmas huelen

Los demonios se huelen

Huelen a muerte,

A diálisis...

A hospital lleno de enfermos...

La muerte se siente...huele a cuchillo ensangrentado ...

Los espíritus están junto a ti...

Estoy seguro. Yo aprendí a sentirlos...ellos se comunican conmigo y no les temo...

Las almas perdidas vagan en el líquido universal...lamen tus dedos...

Las ninfas y putas llenan tu mente de líquido dulce en las noches y yo escupo líquidos de saliva en sus sueños más safado...y yo las violo toda la noche...y les gusta...las agarro de las nalgas y las abro y les lleno de mi baba espesa llena de Dios...lo que todos buscan...lo que toda flor ama...la nutrición en tus caderas...mis dedos en tu boca...

Los espíritus huelen y salen de las bocas pero no les temas ellos son la gente muerta que abrió mal la boca...y no trascendió su deseo...lo que nos hace de carne y venas gruesas, avenidas por dónde transitan tus comisuras en las lunas llenas de leche....

 

Lame tu dedo noche y muestra tu lengua...

Abre tu boca de par en par y escúpeme mis poemas borrados, mi arte más profano y más sublime...

Que caigan las estrellas pronto del cielo en un armagedón lleno de sangre y pudrición para que se quejen con gana los mediocres y por fin desaparezcan los hedores de los fantasmas a nutrir la tierra de otras dimensiones...y el ciclo vuelva en una vulva y navegue en un océano para encontrarse con el todo de cara y ojalá nos pille enzartados...llenos de miel los muslos para alimentar a las abejas en campos llenos de mariposas y la suerte nos vea suspirar y exhalar el hálito que todo lo puede.