Esta es la historia del hombre extraordinario
El que tenía siempre lo que quería
No le faltaba nada, porque el amaba,
Vivía en una casa de lámina y cartón
Pero no le importaba porque el amaba al amor.
Tenía un amigo fiel,
Un perro de compañía
No era casado ni tenía hijos,
pero no le importaba
porque el amaba al amor.
Este señor comía las sobras que otros dejaban
No se bañaba y como podía se lavaba las manos,
No pedía limosnas porque ya no le daban dinero
El vestía las rasgadas ropas que le quedaban,
Pero no le importaba, porque el amaba al amor.
El era un hombre extraordinario
Que solo vivía del amor
No quería lujos porque le quitaba sentido
A lo que sentía su corazón.
El amor cantaba, al amor le bailaba
Y este con sus brazos abiertos le respondía
Cuando por fin de este mundo se lo llevo,
Aunque su perro triste se quedo
Porque su amo lo abandono
pero al pasar el tiempo el amor se lo llevo.
Y vivieron por siempre felices
El extraordinario, el perro y el amor
Y yo solo mire
Lo extraordinario que era el señor.