Pido un momento,
un respiro, tal vez.
Pido bajarme
de tu mundo mujer.
Pido que te pido,
que me dejes poder
olvidar tus ojos,
tus ojos de miel.
Te pido un instante
para dejar tu piel,
piel que me arrastra
y me deja a tus pies.
Te pido segundos,
instantes,… ¡yo que se!,
para alejarme de tu rostro
enclavado en mi ser,
ocupando mis sueños,
sofocando mi sed.
Pido que te pido,
imposibles, lo se,
pero te pido y pido
que me quieras mujer.