OscarCampos

Un lugar equivocado

Su pensamiento navega

y esfuma entre el vapor.

Mesa gastada,

hecha de tiempo y manos.

Sentada

en silla de madera nativa.

 Bebe una taza con hierbas.

Sus hijos,

como pájaros,

arrebatados de su nido.

Sumida en la ausencia,

y aroma silvestre.

 

Imagina,

agita las alas,

en un vuelo incierto

la tormenta, desarticula,

un encuentro o un rito

de despedida.

 

Su rostro hecho de miel y surcos,

agrietado y doloroso,

muerde un pan tostado.

 

Palabras de amor pendientes

 giran.

El silencio se aferra a sus huesos,

una oración, un hilo que une,

desde su vida que termina,

hasta el regreso de la vida que espera.

Parece encontrarse

 lugar equivocado,

como una flor silvestre,

 o un pájaro libre.

Los habitantes de la ciudad,

 sin espacio de amor.

La flor de manzanilla,

desprende su aroma…

Preguntas vuelan del nido,

amarradas a la incertidumbre,

amarradas a un amor de mujer,

amarradas a una espera incierta.