Valientemente tomaste lo más preciado de mi ser, cual si fuera el jabi prohíbido del paraíso.
Ocal apetitoso que supe celosamente conservar.
Hechicero en noche de luna cautivaste mi voluntad, haciéndola partícipe de tus nobles sentimientos,que en su momento no supe interpretar.
Neruda te queda corto a la hora de expresar todo cuanto sabes del amor, aún así no supe interpretar el amor que no tuvo barreras de tiempo ni distancia y que ahora se me da la oportunidad.
Eres el nidal que fue el principio de ese gran amor y al que acudiré por siempre, si Dios y la Virgen nos lo permite.
El yaraví que brota de tus labios, será mi arrullo permanente, la melodía más dulce, que puedan mis oídos receptar.
Odalisca dedicada con vehemencia placentera seré, si así lo deseas.
Retaeré el tiempo para tomarlo como punto de partida de todo lo bello que vivimos y sacar de él la experiencia para no cometer los mismos errores.
Embelezaste mis sentidos, yo endulzaré tu vida, cada minuto cada instante; colocando los manjares más sabrosos que puedas imaginar.
Con mi amor y dedicación compensaré el LLamado que hace tiempo no supe escuchar, para avivar juntos la llama de ese amor que nunca se apagó, pero que me hizo andar por el mundo, tal si fuera una noria, caminando sin llegar a ningún lado.
Ahora serás y para siempre mi anfetamina angelical si tú lo deseas.