Conozco tu risa, tu alma y tu ternura a veces
tan misteriosa, que me embarga la curiosidad
de que allí, donde te encuentres, entre montañas
tu pinar, las orillas del río con esa, tu sangre gitana,
tus hilos de fuego me llenen de todo
el encanto de tu ser.
Pienso en la retórica a tus preguntas, a veces!!
y en el corazón que las extraña, con esas pausas
las que junto al silencio, me dictan versos de sangre.
Cuando la vida me golpea tan duramente
sucumbo a tu encuentro poético,
a tu redil como refugio y me dejo sorber
por tus versos, tu tierna pasión,
así como también logran sorber mi corazón
por que me llenan de calidez, de amor
y de ti, mi adorada Gitana.