En la mañana te esperaba, aunque no te conocía,
en la mañana te esperaba, y ya sabía que vendrías;
seguro un ángel te guiaba hasta la plaza de la esquina,
en la mañana te esperaba… en la mañana de mi vida.
En la tarde te encontré, y la emoción fue sin medida,
y fue la tarde lo mejor, porque en mis brazos te tenía,
y fue tu tarde la mejor porque también querías ser mía;
y en la tarde te perdí, y fue la tarde de mi vida.
Hoy en la noche te deseo, y el corazón sangra su herida,
porque no entiende la razón, de que la culpa es solo mía,
y es la noche muy oscura, porque tus ojos no iluminan,
y es la noche una condena… y es la noche de mi vida.