Fruto de un amor eres,
de la unión de tus progenitores;
de una creación divina vienes,
del Dios Omnipotente, procedes.
Entretejido en lo secreto del Padre,
diseñado con suprema perfección;
en el útero fértil de tu madre
vieron sus ojos, tu embrión.
Niño, varón, has nacido,
así, fuiste creado.
Por el cielo bendecido,
por la vida esperado.
No desciendes de reyes,
no posees riquezas ni bienes.
Eres milagro de un amor.
Herencia, eres,
del SEÑOR;
tu Creador.