Llenan el piso con sus hojas de oro las margaritas,
Solo para cubrir tu paso y tu hermosura infinita,
Con los que vuelas versos y poesías escritas,
Mientras mis ojos venir hacia mí te miran.
Hermosas redes de amor con tu corazoncito tejes,
Tan bellos como el ámbar y tan únicos como copos de nieve,
Con los que me llenas con tu dulzura,
Con los que me elevas con tu alma tan preciosa y pura.
Todo es una dulce y linda ventura,
Haces, con tus besos que pierda la cordura,
En la que la oscuridad de la noche me ha traído un ángel,
En la que se abrazan nuestros corazones amantes.
Dos almas que desde su nacimiento se desearon,
Y que desde antes de conocerse, sin saberlo, se amaron,
Siempre siguiendo uno hacia el otro un camino dorado,
Ese donde ahora amándonos nos encontramos.
Hoy en nuestra alcoba en mis brazos reposas,
Siempre con tu mirada única, bella y preciosa,
Los que para mí lentamente se abrieron,
Los que están presentes en todos mis sueños.
“Somos dueños de un amor inmenso, el que te trae a mis pensamientos, contigo tengo todo lo que puedo desear, toda la fortuna, mientras nos acaricia abrazados el aire y nos ilumina la luna.”