¡A nuestro padre querido!
Padre querido, hoy y siempre, te rendimos un sentido homenaje y un poema para ti siempre escribiría
Por su esfuerzo, por su trabajo, por sus enseñanzas, llenas de valores, amores y sabiduría
Por darnos la vida, sus consejos, sus risas, de alegrías y felicidades comprendida
Por sus luchas y sacrificios para sacarnos adelante, del Señor de los Cielos, agradecida
El amor del padre, es tan grande, inmenso y placentero, de risas y de miradas silencioso
Cómo el cielo azul de nuestro firmamento, infinito, querido y precioso
Su amor es tan grande, cómo las olas inmensas de mi mar, majestuoso, profundo y poderoso
Tan inmenso, como las estrellas, que, en sus brazos en noches placenteras del firmamento maravilloso
Gracias padre querido, por la vida que me has dado, su sangre, su inteligencia y su corazón
De sus enseñanzas y de sus valores, me has forjado en persona de carácter y honor
Por sus cuidados y protección, por haberme ayudado sin ninguna condición
Padre sincero querido y genial, todo un caballero, señor de amor y valor
Gracias padre querido, por darme de sus risas y de sus felicidades, mis sonrisas y alegrías
Por sus consejos y sabidurías y entender mis llantos y mis melancolías
Gracias por sus carcajadas, que me contagiabas con mis satisfacciones contenidas
De los avatares de la vida, me enseñaste de los frutos, con pasiones y sufrimientos, vividas
Padre querido, me regalaste cuentos y leyendas, de recuerdos, inmensos y hermosos
Con su trabajo y sudor, me diste educación y del hogar su calor
Hoy y siempre, sus alegrías las llevo, en el silencio de mi corazón majestuoso
De su risa ya temblorosa y temerosa, riguroso en su carácter, pero amoroso en su interior
Los años pasan, sus arrugas y sus canas, afligen mi apacible corazón
Su mano se levanta y señala la cruz y de rodillas su esperada y consentida bendición
No quisiera partir y dejarlo allí postrado, sin su luz, ni la paz de su interior
De sus consejos, guardián de éxitos, forjaste mi personalidad y mi profesión
Mi padre héroe de imitar, fuiste mi más fiel admirador
Lo llevo en mi sangre, en mi alma y en el corazón abrazador
La nostalgia me embarga, sueños de su interior encantador
Padre querido de mi corazón, sus sufrimientos son del alma, los pesares de mi dolor
Padre querido, eres una estela de vida, de recuerdos y anécdotas de consideración
Eres el guardián y la seguridad, la confianza en el hogar, en la habitación y en toda ocasión
Qué el Creador lo riegue de bendiciones, mi querido viejo, mi padre y mi papá, todo un querido y amado señor
¡Que viva siempre en nuestros corazones, mi taita, mi padre, cucho de mi adoración!
“Joreman” Jorge Enrique Mantilla – Bucaramanga, junio 18-2023