El aire deja
suspiros y caricias
en la mañana.
Es primavera.
Las flores, temblorosas,
van despertando.
Hoy llueve fuerte,
quizás en demasía
y ellas protestan.
Lo hace en silencio,
sus pétalos se cierran
y se resguardan.
Tú madrugaste,
querías la caricia
del astro rey.
Pero la lluvia
te ofrece a cambio besos
desde los cielos.
Y los aceptas,
no queda otro remedio,
así es la vida.
La primavera
se tapa y oscurece
hoy sus vestidos.
Mientras la brisa
nos deja en los cristales
versos y lluvia.
Cierra los ojos.
Conténtate en los sueños
un día más.
Rafael Sánchez Ortega ©
16/06/23