Varias florecillas conjuntas para dos pajarillos, alas arriba alas abajo y dos miradas que no saben a que flor mirar, son tan bellas sus delicias, que me ocupan la cabeza y el mundo del ingenio.
De hecho, acordes menores cruzan las orillas de los caminos, son rumores de los nuevos sonidos, visiones a los soles de mis ojos. La magia con toda su imaginación, conforma el lujo de lo absoluto.
Al dar un paso, provoco el alzamiento de los amores que llegan desde siempre y se van por doquier, ocultándose en la idea y en la forma que van por delante del cielo.