Ángel Alberto Cuesta Martín

ESPERANDO

ESPERANDO

 

Me senté un día a la vera del camino

esperando reconocerlo al verlo pasar.

Mientras yo fabricaba en el aire castillos,

me preguntó la mañana: - ¿No lo has visto ya?

 

Vertiendo mis lagrimas por los dolores del día

tomé una postura para paciente aguardar.

Revolviendo las urgencias que mi cabeza inclinan,

la tarde me dijo: ¡Acaba de pasar!

 

Al irse el sol seguí esperando, cansado y confundido.

¡Estar esperando, no es saber esperar!,

La noche amiga en la voz del viento me dijo:

¡No desesperes, mañana volverá a pasar!

 

Ángel Alberto Cuesta Martín.