josesotelo

Ya no estás dónde estabas

Ayer te volví a encontrar sentada en mi cama con la sonrisa latiéndote en la cara.

Luego me restregué los ojos y ya no estabas. 
Malditas manos, pensé.

Malditos pensamientos que te traen a este espacio vacío tan lleno de tu ausencia nítida.

La gente me dice que te olvide.
Que ya vendrá algo mejor.


Supongo que lo dicen porque no se animan a pensar que también están rotos por alguien.

Te fuiste, pero como dice Gabriel, ya no estás dónde estabas, estás dónde estoy. 

Y te extraño un mundo.