Patricia Aznar Laffont

No fue

Defendé la Luz

que Canta Conmovida

por las Estelas de la Barca

de tu Vida...

 

Defendé la Carne y el Vino

del Estío 

que Envueltos

en Un Perdido Sueño,

Creen en la Paz 

y en la Libre Libertad

que Tiemblan...

 

Defendé al Universo

que Omnisciente

cabe en la Palma de tu Mano...

 

Defendé la Vida y la Muerte

que Obnubiladas

caen en tu Vaga Sombra...

 

Defendé ese Dolor 

de la Certeza

que Habita desde Siempre

en las Humildes Aguas...

 

Defendé el Cántaro Antiguo

de los Silencios,

en el Infinito Beso

de la Rosa Mística de la Creación

que Bulle en tus Versos...

 

Versos Asidos

en el Revésde tu Cuerpo...

en el Revés de tu Sangre...

en la Ulterior Capa de tu Alma,

que se Encorva

ante la Tierra

y el Submundo

en un solo Sonido

de la Voz

que Temida Huye

en el Polvo y las Cenizas

de lo que Alguna Vez

Has Sido,

de lo que Alguna Vez, Ya!

 No es...

 

(Patricia)