Y llegaste con luces rutilantes
de lucero
me diste tu sabor a cumbre
a esperanza que vendría
de más allá de las fronteras.
Y pudimos levantar palacios
con polvo azucarado de planetas azules
y galaxias blancas…
La expectativa no basta,
más aún, la desidia rompió
el hilo de todas las luces:
vida-música-poesía y esperanza;
me llevaron, y a ti,
a las esferas profundas
de los mundos oscuros del tiempo,
sin regreso.
Bolívar Delgado Arce