Me Quedo Aquí VII
Como perra en celo,
estoy dando de mi aroma,
un olor natural para el perro,
y en horro es horror lo que deseo,
una poca de libertad nada más,
pido en consecuencia de mi eterna esclavitud,
que es un cautiverio natural lo que me das,
cuando estoy como órbita lunar,
atrapando a mi perro como perra en celo,
y mis patas no detienen su insignificante caminata,
y aunque preñe de ilusiones no da abastos,
lo que deseo un horro sin poder descender,
hacia lo más nefasto del tiempo,
cuando ocurre el desenlace,
suave y delicado,
cuando me das el imperio,
y de unos ojos ciegos,
y en silencios me dicen que…,
¨no ven ni miran de lejos,
hacia lo más cruel del existir¨,
sólo déjame ver y mirar,
al mundo y al perro que me sigue,
pues, en el desierto me dejas,
como un hilo de vida desde mi interior,
y como perra soy dejando barrer al desierto,
de dunas y de levante,
hacia el más mismísimo cielo,
que no se detiene para mirar,
y descender hacia lo más penitente,
y como perra soy del perro,
pero, mi perro es fiel,
y como amo soy de él,
observando el delirio,
y al frío de mi piel bendita,
que se llena de peluda piel,
cuando mi sangre arde en mí,
y como perra va mi rumbo,
hacia el existir efímero,
pero, llega el perro y me preña,
de emociones buenas,
pero, va mi dirijido cuerpo,
hacia patas traseras,
y él como perreo inerte,
queda mi rumbo sin destino,
y como perra soy,
del perro como la arena del mar va,
y como un cielo lleno de nubes,
y como un ave con alas buenas,
que dejando barrer el desierto,
se entristece de dunas y de un levante,
que atrapa mi nariz y mi olfato,
pero, al perro, no,
no le da ni anosmia,
ni pierde ni un minuto,
si me quedo aquí,
es como ser adherida al cuerpo del perro,
es como ser hiedra a la roca,
es como ser duna en el desierto,
es como ser alas al ave,
y ser del viento el aire,
pero, me quedo aquí,
pues, no hay mayor cosa,
que estar atrapada por un perro,
que guía mis momentos buenos y malos,
que entorpece mi rumbo,
y me eleva hacia el firmamento,
pero, en mi cielo quedan mis alas,
y en el suelo mis patas como perra soy,
y adherida al suelo,
ni bajo ni subo,
ni me quedo en medio,
si me quedo aquí,
es como detener el tiempo,
y querer borrar del olfato mi olor natural,
al perro, sí, al perro,
que queda como sol y luna,
sin saber que hay lluvia y oscuridad,
sólo me quedo aquí,
pues, ésto es carroña,
y camorra desierta,
de una perra con un perro,
y un horro sin horror,
queda la eficaz libertad,
en tiempos de soledad,
cuando aquel tiempo,
era como el suburbio del corazón enamorado,
y ahora queda como un perro sobre la perra,
y como perra soy después de ser cogida por el perro,
y quedar preñada de emociones,
y no es uno sino ocho,
los que echo en parir,
y el hecho dalo por hecho,
que por voluntad fría,
quedo como libertad sin horro,
pero, con el perro encima,
y sin poder sentir y ver al perro,
me quedo aquí,
pues, es mi frialdad,
y no el cálido calor,
que destila el perro,
cuando en el hálito,
y en la lengua queda la fatiga,
de un perro caminante,
y es penitente como el inicio de mi celo,
cuando va el perro,
y toca a la puerta sin avisar,
y yo me muero del susto,
pero, me gusta su amor,
y como perra soy,
y si me quedo aquí.
pues, el perro de mi lado no se va,
ni siquiera rociándole agua,
sólo deja saber de mi perecer,
cuando llega el perro a mi lado,
y como perra soy,
y estoy aquí,
pues, esperando a que el perro se vaya,
pero, no me deja jamás,
pues, un perro fiel es y será…
Por: Srta. Zoraya M. Rodríguez
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