Raymundo Flores Avendańo

El aroma amargo…

Mi poesía amorosa , “padre” que por ti conozco mis primeras rosas . “Padre” el día de tu partida , al más allá , me llevaron a comprar tus rosas . 
Desde ese  día conozco el aroma de las rosas . Mi padre , que aún sin una pierna , le sobraban alas , esas alas las ocupaba para pegar ladrillos , colar castillos y sacar adémate a cuatro chiquillos. 
“Padre” me enseñaste a tener estilo , para pedir una limosna a fuera de la casa de dios ,  padre me enseñaste a respetar lo ajeno .

A mis nueve años , conocí las rosas , no las compré para una mujer  hermosa , las compré para decorar la choza . La choza se inundó de perfumes de rosas , de tristeza , de melancolía, de recuerdos furtivos , de agonías que matan . Padre que difícil fue y será nunca más escuchar un consejo , tener una caricia , padre aún tu apellido persigue ya tengo nuevas raíces , esas raíces son tus nietos. 
Padre nunca quise conocer las rosas así , te lo juro que no quiera aver conocido las rosas así . 
DEDICADO A : LUCIANO FLORES GARCÍA 

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