A MI PADRE***
Fuiste fantasma
Aún sin haber muerto,
Fuiste ausencia
En mi niñez inocente.
Indiferencia y castigo
En mis días de orfandad.
Me diste por hogar un destierro
Y Por legado silencio y necesidad.
Me diste como abrigo la tormenta
Y por ejemplo tu adusto corazón.
A tu lado viví la certeza
De ser desdeñable,
Por un tiempo la ruta
Que marcó mi destino
La dictó la herida
Que tu huella me donó.
Ya no eres un fantasma
Aunque hoy si estés muerto,
Eres presencia permanente
En mi crónica titular,
Amén por la genética;
Somos raíces del mismo árbol
Tú padre yo hija, aún en contra
De vuestra voluntad.
Aún sigo en el intento
De borrar de mi pasado
La nefasta presencia
Que tu ausencia me causó.
Y busco en la memoria
La fuerza necesaria
Para desterrar el estrago
En mí dolido corazón.
Bendigo yo mi ventura
Por la proeza tan grande
De proscribir de mi alma
Cualquier odio o rencor.
Ahora ya vieja... emprendo
El regreso al seno de mi madre
Dónde en sus brazos tiernos
Con amor me acunó.
Y a tí padre amado
Agradezco la vida
Que por más valía;
Tu ser me profirió.
Hoy todo está pagado
Ya todo está sanado
Ya todo perdonado
Entre tú y yo.
Acá queda borrado
De nuestro linaje
Cualquier culpa o error.
Paz en tu tumba padre amado.
Martha Patricia-Saravena-Sept-14-2013