Voy quitándote la ropa poco a poco,
es bueno sentirse el amo, el dueño
de tu sentir cuando te toco,
cuando te miro frente a frente
y besándote así, dulcemente
voy dándole forma a un sueño.
Te tengo en sostén frente a mí,
son viajes de ida sin regresos
los que hago a través de ti,
mujer que me encantas, que me envicias,
voy llenando tu cuerpo de caricias
y hasta tus pensamientos tienen mis besos.
Te muestras tímida, pero deseosa
de que te abrace con fuerza infinita,
ya casi desnuda te ves tan hermosa
que dudo que una más hermosa haya...
Ahora es tu boca la que calla
y es tu alma la que grita.
Ya nada hay en tu cuerpo que tape
tus encantos de mujer maravillosa,
es un laberinto sin escape
que crea entre sueño y realidad un abismo;
todo alrededor parece lo mismo,
pero nada es la misma cosa.
Me deslizo a través de ti,
por la ruta divina de tu piel,
dejo que crezcan en mí
las ansias ya desesperantes
y tus gemidos anhelantes
ya son azúcar de mi miel.
Llego a creer al poseerte
en cada milésima de segundo
que por el hecho de tenerte
a ti, a quien tanto adoro,
tengo en mis brazos el tesoro
más valioso del mundo.
Me gusta verte así, me ayuda
verte tan verdadera, tan natural
y contemplándote desnuda
llego a desearte tanto
porque me embriaga el encanto
de tu olor corporal.
Y tus senos... ah, tus senos,
hermosa realidad, exquisita fantasía,
en verdad no esperaba menos,
es tu belleza en derroche...
Dos lunas que alumbran mi noche
y dos soles para mi día.
No dejaré sin besar ni un espacio
de tu cuerpo full de belleza,
voy a ir muy despacio...
para que pienses que en el tiempo que pasa,
nadie más que tú me abraza
y nadie como tú me besa.
Cuando ¡más! empieces a pedirme
y con más quiera complacerte,
gustosa querrás seguirme
a donde te quiera conducir
y sabrás lo que es vivir
como yo para quererte.