ALVARO J. MARQUEZ

MARAVILLOSA

Voy quitándote la ropa poco a poco,

es bueno sentirse el amo, el dueño

de tu sentir cuando te toco,

cuando te miro frente a frente

y besándote así, dulcemente

voy dándole forma a un sueño.

 

Te tengo en sostén frente a mí,

son viajes de ida sin regresos

los que hago a través de ti,

mujer que me encantas, que me envicias,

voy llenando tu cuerpo de caricias

y hasta tus pensamientos tienen mis besos.

 

Te muestras tímida, pero deseosa

de que te abrace con fuerza infinita,

ya casi desnuda te ves tan hermosa

que dudo que una más hermosa haya...

Ahora es tu boca la que calla

y es tu alma la que grita.

 

Ya nada hay en tu cuerpo que tape

tus encantos de mujer maravillosa,

es un laberinto sin escape

que crea entre sueño y realidad un abismo;

todo alrededor parece lo mismo,

pero nada es la misma cosa.

 

Me deslizo a través de ti,

por la ruta divina de tu piel,

dejo que crezcan en mí

las ansias ya desesperantes

y tus gemidos anhelantes

ya son azúcar de mi miel.

 

Llego a creer al poseerte

en cada milésima de segundo

que por el hecho de tenerte

a ti, a quien tanto adoro,

tengo en mis brazos el tesoro

más valioso del mundo.

 

Me gusta verte así, me ayuda

verte tan verdadera, tan natural

y contemplándote desnuda

llego a desearte tanto

porque me embriaga el encanto

de tu olor corporal.

 

Y tus senos... ah, tus senos,

hermosa realidad, exquisita fantasía,

en verdad no esperaba menos,

es tu belleza en derroche...

Dos lunas que alumbran mi noche

y dos soles para mi día.

 

No dejaré sin besar ni un espacio

de tu cuerpo full de belleza,

voy a ir muy despacio...

para que pienses que en el tiempo que pasa,

nadie más que tú me abraza

y nadie como tú me besa.

 

Cuando ¡más! empieces a pedirme

y con más quiera complacerte,

gustosa querrás seguirme

a donde te quiera conducir

y sabrás lo que es vivir

como yo para quererte.