Qué bonito amanecer,
Ese que narra tu pluma,
en cada vivo verso suma
y, a ese Sol, iremos a ver.
Desde el día, al atardecer.
En su verso no hay Luna
y de tantas flores, ni una.
Yo le traeré una rosa roja.
No hay muchas, Ud. escoja
una que, pugne con la Luna