ADIOS TAMBO QUERIDO
Adiós, mi pueblito de Paccarectambo,
Me alejo de tus suelos, tan profundos.
A tierras lejanas voy, donde nada tengo,
Sobre mi burrito, con mi ponchito al hombro,
Cargando recuerdos de mi infancia querida.
Tambo querido, no te debo nada,
Pero yo te debo tanto, hasta la vida.
Soy uno más de tantos que rompe las cadenas,
Para sembrar esfuerzo en tierras ajenas,
Sin descanso, en busca de fortuna,
Si es que acaso la tengo, alguna.
Tambo, cuna de mis ancestros queridos,
Me duele irme, dejándolo todo atrás,
Incluso aquel ciprés donde solía llorar.
Ahora, desde lejos, añoraré llorando,
Dios sabe cómo y dónde, yo no lo sé.
Me marcho muy lejos, hacia la entrada del sol,
Después de haber nacido en esta tierra de resplandor.
Apenas digo adiós y ya te extraño,
Mi querido Tambo, mi padre y mi cuna.
No puedo prometer si nos volveremos a ver,
Pero si algún día regreso,
Será por aquellos que hoy dejo,
Y si nunca vuelvo, será…
Porque ellos también te dejaron,
O porque yo… tal vez habré partido.
En el eco del viento, mi tristeza se funde,
Un amor eterno en mi corazón se hunde.
En cada recuerdo, en cada suspiro,
Permanecerás en mi alma, siempre te respiro.
La distancia separa, pero el amor no se desvanece,
La tristeza se mezcla con la esperanza que crece.
Aunque el tiempo pase y los caminos se aparten,
En mi corazón, Tambo querido, siempre estarás presente.
(corazónbardo)