Somos tres
divididos por paredes.
Muros que nos separan y nos unen a la vez.
Que macabro destino
nos mantiene en el revés,
de sueños perdidos
y anhelos compartidos.
El tiempo nos separo
como la paja del trigo,
pero los lazos
no se cortaron.
Y a través de los muros,
oigo el susurro de otros tiempos
mas lejanos.
Risas de niños
de amigos
de juventud.
Ahora de adultos
cada uno con sus duelos.
Ahora de adultos
solo tristeza tras los muros.
Tres almas perdidas
sin sueños ni días felices.