EHUR OHR

Te vas, vuelas otra vez...

Fugaz…como el arco iris después de la tempestad,

como los caprichosos matices de la primavera,

como los horizontes a donde huye el mar.

 

Efímera algarabía que vino a sanar mi angustia,

que vino sin avisar… a rescatarme del dolor…

con una delicada dosis de ternura y su carisma de bondad.

 

Elocuente aparición desbordada de sentimiento…

que vino a velar su ausencia…

con la misión de llenar mis menguados instantes de soledad,

intentando aliviar los tiempos de vacío…con un exiguo gesto de tranquilidad.

 

Tan breve como el canto de los jilgueros,

tan transitorio como mariposas en el campo…abrigadas de sol,

y veloz como las límpidas aguas del arroyo…que jamás se detienen a mirar atrás.

 

Fugaz fue tu presencia …

como las esencias de un madrigal.

 

Te vas,

me dejas otra vez…sin poderlo impedir,

sin poder remediar tu alejamiento atroz.

 

Momentánea tu estancia se acaba,

se deja convencer de una despedida cruel,

y se evapora de mi existencia…inevitable…

como ineludible destino…como imparable realidad.

 

Te vas…vuelas otra vez,

te alejas y no queda más que un silencio tenaz,

un silencio insondable…donde el eco de tu voz enreda la razón,

arruga el alma, y estremece al corazón.

 

Fue fugaz nuestro intervalo de paz,

tú y yo…

la expresión evidente del amor de verdad.