Soy poeta, porque cuando voceo,
doy un nombre a cada cosa;
invento una idea y tras los conceptos
viajan las metáforas acompasadas
de los sonidos estridente de trenes rotos.
Soy poeta porque tengo voz propia,
semántica existencial emanada de la calle:
Miles de versos en síntesis, silentes
esperando un renacimiento
ante los más mínimos gestos.
Soy poeta y camino distraído,
con el sino de una fe retraída
y el hambre espiritual de crecer
en medio de calles repobladas
y aspirando a cumplir mis sueños no resueltos.