Todo estaba obscuro,
palpitaba el aire húmedo
de un calor sofocante,
palpando la oscuridad
un pomo asió la mano
y arrástrame hacia un vano
superficial de borrasca
que inhalé por los parpados,
atrapado entre dos cuerpos,
buscan amarse entre labios
y un beso desenfrenado,
un deseo ardiente reflejado
en un cóncavo espejo
cenizas en llamas,
las bocas sin palabras,
las manos entrelazadas
con pasión desenfrenada.