El-aprendiz

El viejo

Le edad lo castiga
con hurtos perversos.
Le roba la vida
y muchos recuerdos.


El tiempo implacable
se burla también.
Y guarda la llave
de aquello que fue.

Los años sepultan
anhelos ya vagos.
Y en poco resultan
esfuerzos pasados.

A cambio de días
le llegan más penas,
Y entonces la vida
se vuelve perversa.

Y todo termina
con llanto y dolor.
La edad lo castiga,
... ayer falleció.