Latente la febril inquietud
del insoportable sofoco
desnudarte poco a poco
quiere tu cuerpo con plenitud.
Nómadas por buena virtud
urgen ideas refrescantes
de la mente delirante
que se imagina sumergido
en aguas frias y templadas
que siempre han resistido
del Sol sus rayos y llamaradas;
en cuatro paredes soporta
el cruel y asfixiante calor
si no te atreves no importa
a buscar una sombra y frescor.