el brujo de letziaga

Mal soñar.

Llevo tiempo haciendo soliloquios con un mal soñar como si fuera un visionario apocalíptico resignado a que todo pase.

 

Ocurre en la negrura más negra de ése sueño, donde observo que se yergue una sombra que es abrasada por relámpagos que de una tiniebla aparecen, desde muy cerca, con ímpetu en un solo acto, como si fuera una luz repentina que mata.

 

¿Qué hora será? Me pregunto cuando me enrosco con mi cuerpo tendido sobre el lecho, y reposando sobre la almohada con la cabeza algo torcida estoy cavilando sobre mi desnudez mental; donde floto y floto sobre el pentagrama de una música envolvente que nunca da por concluido su concierto.

 

¿Qué hora será? Me vuelvo a preguntar...Tic tac, tic tac..., necesito encontrar de una vez por todas la llave que me libere de este reloj del mal soñar, para conseguir un equilibrio sin resquicios donde nada se repita y todo se desvanezca.