emiliodom

Aprender a querer

 
No debemos perder el tiempo pensando en si apreciamos
o no a nuestro vecino. Hay que actuar como si lo apreciáramos.
Actuando de ese modo, descubriremos uno de los grandes
secretos de la felicidad. Cuando nos comportamos como si
apreciáramos a alguien, podemos terminar estimando a esa
persona. Por extraño que nos parezca, cuando hacemos 
daño a alguien que nos desagrada, generamos todavía
más aversión hacia esta persona. En cambio, si la tratamos
bien, descubriremos que ya no nos desagrada tanto.