Cuando todo acabe
y el mundo llegue, a su fin,
Cuando la paz calle
y el bien deje, de existir.
Cuando se dé lo escrito
y lo profetizado se cumpla.
Lo dicho por Cristo,
el que perdona y juzga.
Ese día, no muy lejano;
todo cambiará.
En un abrir y cerrar de ojos,
Él, nos levantará;
para siempre estar a su lado,
para amarnos unos a otros.
Ese día, está por venir,
no sabemos el día ni la hora;
con fe lo vamos a conseguir,
en esta vida y también, en la otra.
Ese día vendrá como ladrón en la noche,
como relámpago en el horizonte,
en un segundo seremos transformados;
a la morada celestial raptados.
Ese día, a la mesa, estaremos sentados.
El cordero, la novia, los invitados.
Serán siete años de celebración,
vestidos de gloria y salvación.
Ese día, lo veremos cara a cara,
tal como lo prometió.
Seguiremos sus pisadas,
Contemplaremos la Gloria de Dios.