Esta lluvia de ayer
que nos sorprende hoy
en estas calles
que se doblan cansadas
de sol en las paredes.
Esta ciudad que se detiene
y nos contempla
sorprendida del fuego
de tantas amapolas
en las palabras muertas.
Esta paciencia de los pájaros
esperando
que el semáforo cambie
y nosotros pasemos
con la gente.
El otoño aquí
son las manos de niña
que rebuscan recuerdos
en los viejos baúles
del pasado.
contigo todavía
espero el otoño de nuevo
y me voy bajando el puño
de la camisa
hasta cubrirme el alma
de deseo.