Quiero que sepas que
acabo de ir al cielo
con tu poema, que
imagine estar entre
tus piernas, tomarte
de la manera más
obscena y comportarme
bajo tus sábanas
cómo una fiera.
Que mis manos
traviesas se pusieron
inquietas al pensar
en tu dureza.
Que sin pensarlo
dos veces, te marcaría
con mis dientes, en cada
rincón, todo eso haría
para que sientas mi
desesperación por
tomarte mi amor.
Deslizar mis dedos
entre tus cabellos, sentir
el fuego de tu miembro, que
se habrá paso entre mis
paredes internas y no
parar hasta sentir equella
lluvia de placer que
sale de entre mis piernas.
Montame como a un
caballo salvaje y humillame
con tus manos dominantes,
ahorcame si lo deseas, pero
al final, quiero que termines
entre mis piernas, que me
des de beber, tu esencia
más intensa.