En La Distancia
Estuve a treinta mil pies de altura,
Mirando más allá del horizonte,
Las nubes hacían la silueta de tu figura,
Aniquilándome en un suspiro por tu ausencia.
A diez mil kilómetros de distancia,
Estabas tan cerca, tras la pantalla,
Fueron dos semanas de estancia,
Llevadera al verte cada día por la mañana.
No puedo describir lo impresionante de Irlanda,
Lo asombrosos que son todos sus paisajes,
Pero a todo le faltabas ¡Tú!, con tú sonrisa iluminada,
Haciendo palpitar mi corazón al llevarte de la mano.
A cada paso que daba, por aquellas aceras,
Mi mente, no podía pensar en nada más,
Que no fuera en que tú también estuvieras,
Caminando a mi lado, diciéndome que me amas.
Al estar en pleno vuelo de regreso,
Mi corazón no paraba de palpitar tan fuerte,
A punto estuvo de destrozar mi pecho,
A tú lado rogaba estar, parecía un demente.
Sentada estabas, esperándome, impaciente,
No puedo explicar el torrente de emociones,
Que me hiciste sentir al volver a verte,
Todo implotó cuando te besé, cuando te abracé.
Entiéndeme, no puedo imaginar un día sin tenerte,
Lo sé, soy un vil adicto, que no puede contenerse,
Un loco que te ama y que cada día muere por verte,
Solo un hombre que no quiere parar de conocerte…
Derechos Reservados
Autor: César Alanís Morales