Una herencia en juventud yo me engañaba
suspirando cada estrella a ellas yo quería,
que me miraban yo les vigilaba y respondía
en silencio su misterio a mí tanto me pesaba.
Mirando las estrellas el tiempo es pasado,
como pasado las estrellas pueden no estar vivas;
en mi adolescencia cruda, ellas gemelas expansivas
en todo este universo mi minucia era el resultado.
Hoy mejor hecho, delante sediento de ellas...,
una V de Victoria sólo invicto al viento
las horas y los días pasar ya sin ningún miramiento:
solo me quedo eternamente mirando estrellas.
Junio 2.023
NACHO REY