El oro tiene su brillo,
distinto es al de la plata;
la plata, color de lata,
y el oro se ve amarillo.
El vuelo de un gorrioncillo
distinto es al del jilguero;
así, como un gran lucero,
distinto se ve a una estrella.
En cambio, tú eres tan bella,
que sin distingos… ¡Te quiero!