Patricia Aznar Laffont

Maldita-Bendita Pandemia

Llegaste Sin Avisar,

Llegaste Vestida de Muerte

y con Mármoles de Lápidas

Aún Sin Nombres, 

y con Una  Mochila Sin Fondo

en tus 

Inocentes-Culpables, Espaldas...

 

Te llevaste Miles de Vidas...

 

Nos llenaste de Horrores...

 

Nos Encerraste por Meses

en la Esquina de las Soledades,

Inscripta en el Alma...

 

Te Vestías de Negro

Invisible a los Ojos

de las InocentesVíctimas...

 

LLevabas Umbría,

la Parca, en un Hueso Ladino 

de tu Hombro ladeado...

 

Maldita Pandemia!

 

Han Pasado Meses que te fuiste

al Infierno,

Pero por las Noches,

mi Mente no Descansa,

Piensa y Retuerce

lo que ha Vivido

en Tantos Años Cumplidos...

 

Quizás para Mí

No fuiste la Lunática Enferma,

que con Tanta Infinita Maldad

describías por Anticipado,

mi Charco de Sangre...

 

Porque durante tu Presencia

Sin Nombre,

el Barbijo Invisible

que Poseía mi Mente

se Deshizo en Verdades

que yo no Creía Tales...

 

Vi, Sin Ver,

Todas las Ausencias Imposibles

de mi Días...

 

Oí los Silencios Torvos

de Quienes decían Amarme

y de ellos

Ni NoticiasTenía...

 

Y no eran los Tiempos

de la Primer Pandemia

que Azotó a la Europa

Hace Mil Años...

 

Existían el Teléfono, el Whatsapp

y la Videollamada...

 

Existían los Audios y las Fotos

que Dulces,

a veces, Acompañan...

 

Y Aún así,

Desaparecieron las Voces y los Rostros

que ya olían

a Funestas Mentiras...

 

Se Eclipsaron los Velos

de mis Iris Aguados...

 

Se Rompieron losVidrios

de mis Ojos tan Ciegos...

 

Tronó la Ausencia y los Silencios

en mis Oídos

que de Tontos,

No tienen Nada...

 

Entre las Sombras de mi Casa,

Tan Sola, Sola...

 

Me dicto al Oído

de los que Dijeron Quererme:

 

Bendita-Maldita Pandemia!

 

que de Muerte llevaste

a miles de Inocentes Vidas...

 

Pero que a mí, Despertaste,

a la Incógnita de los 

Silencios y Ausencias,

al que un Funeral en Fiesta 

y Sin Amargura,

he Hecho,

Por Siempre Jamás,

y hasta el Final de mi Vida!...

 

(Patricia)