Llegaste Sin Avisar,
Llegaste Vestida de Muerte
y con Mármoles de Lápidas
Aún Sin Nombres,
y con Una Mochila Sin Fondo
en tus
Inocentes-Culpables, Espaldas...
Te llevaste Miles de Vidas...
Nos llenaste de Horrores...
Nos Encerraste por Meses
en la Esquina de las Soledades,
Inscripta en el Alma...
Te Vestías de Negro
Invisible a los Ojos
de las InocentesVíctimas...
LLevabas Umbría,
la Parca, en un Hueso Ladino
de tu Hombro ladeado...
Maldita Pandemia!
Han Pasado Meses que te fuiste
al Infierno,
Pero por las Noches,
mi Mente no Descansa,
Piensa y Retuerce
lo que ha Vivido
en Tantos Años Cumplidos...
Quizás para Mí
No fuiste la Lunática Enferma,
que con Tanta Infinita Maldad
describías por Anticipado,
mi Charco de Sangre...
Porque durante tu Presencia
Sin Nombre,
el Barbijo Invisible
que Poseía mi Mente
se Deshizo en Verdades
que yo no Creía Tales...
Vi, Sin Ver,
Todas las Ausencias Imposibles
de mi Días...
Oí los Silencios Torvos
de Quienes decían Amarme
y de ellos
Ni NoticiasTenía...
Y no eran los Tiempos
de la Primer Pandemia
que Azotó a la Europa
Hace Mil Años...
Existían el Teléfono, el Whatsapp
y la Videollamada...
Existían los Audios y las Fotos
que Dulces,
a veces, Acompañan...
Y Aún así,
Desaparecieron las Voces y los Rostros
que ya olían
a Funestas Mentiras...
Se Eclipsaron los Velos
de mis Iris Aguados...
Se Rompieron losVidrios
de mis Ojos tan Ciegos...
Tronó la Ausencia y los Silencios
en mis Oídos
que de Tontos,
No tienen Nada...
Entre las Sombras de mi Casa,
Tan Sola, Sola...
Me dicto al Oído
de los que Dijeron Quererme:
Bendita-Maldita Pandemia!
que de Muerte llevaste
a miles de Inocentes Vidas...
Pero que a mí, Despertaste,
a la Incógnita de los
Silencios y Ausencias,
al que un Funeral en Fiesta
y Sin Amargura,
he Hecho,
Por Siempre Jamás,
y hasta el Final de mi Vida!...
(Patricia)